lunes, 5 de abril de 2021

 

Propuesta de protección, conservación y recuperación natural de la rasa intermareal de Arroka en Ondarreta

Autor: Jon Etxezarreta Iturriza (Biólogo)

 

 

El 25 de febrero de 2020, el representante de Aranzadi Z.E. en el Consejo Sectorial de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Sebastián expuso la propuesta de proteger, conservar y recuperar a su estado natural el arrecife o rasa intermareal de Arroka en Ondarreta, para convertirlo en un geogune de conservación, didáctica y sensibilización de sus valores naturales, así como la renaturalización de la dinámica litoral, en armonía con la práctica de deportes que pudieran ser sostenibles como el surf, el buceo, la pesca y el marisqueo controlados.


Figura 1a. Rasa intermareal, plataforma de abrasión o flysch de Arroka (22-03-2019).


Protección y Conservación


Los arrecifes son hábitat marino de interés comunitario (1170), que figura en el Anexo l de la Directiva de Hábitats (92/43/CEE), y cuya conservación requiere la designación de Zonas Especiales de Conservación (ZEC). Asimismo, en el Plan Territorial Sectorial de Protección y Ordenación del Litoral (Decreto 43/2007, BOPV 02.04.2007), la formación geológica de la plataforma de abrasión o flysch de Arroka se establece con la subcategoría “Especial Protección Estricta”.

Este enclave del litoral donostiarra, junto al hábitat marino de “bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina, poco profunda (1110)”, dominante en el resto de la Bahía de La Concha, así como la isla de Santa Clara y los acantilados de Igeldo, podrían convertirse en Biotopo Protegido o incluso en Lugar de Interés Comunitario (LIC) con el conjunto del macizo de Mendizorrotz.


Figura 1b. Rasa intermareal de Arroka desde la isla de Santa Clara, con bajamar de 0,40m (18-09-2024).

 

Impactos ambientales sobre su estado original

 

En los últimos siglos han sido varias las infraestructuras y actividades que en mayor o menor grado han generado impacto ambiental en el entorno, alterando su estado original.

La cantera de Arbizketa o Arrobi, activa al menos desde 1569 hasta 1887, ocupaba toda la ladera escarpada bajo Torre Satrustegi (<1569-1887). Las extracciones de piedra para la construcción, generaron ingentes cantidades de cascotes que se dispersaron por la desembocadura del río Gorga (arroyo de los Juncales o Konporta).

La rasa intermareal o flysch de Arroka en Ondarreta recibe su nombre de los dos caseríos, “Arroca-aundi y Arroca-chiqui”, que estaban situados en la actual plazoleta del Funicular (1912).

 

Figura 2. Visita del aviador Jules Védrines a San Sebastián el 23-05-1911.

www.guregipuzkoa.eus


A principios del siglo XX, la playa de Ondarreta se extendía hasta la base de dicho enclave, la dinámica del litoral acumulaba arena que cubría las rocas naturales en el extremo occidental de Ondarreta (Figura 2). Con la construcción del colector “La Alcantarilla” en 1915, la plataforma de abrasión litoral de los estratos que descendían desde la ladera de Igeldo (Txubillo) quedaron divididos. Posteriormente, tras varios rellenos y la construcción del muro del Tenis en 1925, se habilitó el que en la actualidad se conoce como el paseo de Eduardo Chillida.


Alteraciones irreversibles


Esta zona más occidental de la original rasa intermareal y acantilados de Arroka, está urbanizada y alberga las instalaciones del Real Club de Tenis de San Sebastián (1927).

El Gobierno Vasco aprobó el reconocimiento definitivo del Peine del Viento de Donostia-San Sebastián (1977) como bien cultural calificado, con la categoría de conjunto monumental (Decreto 212/2019, BOPV 13.01.2020).

Entre los elementos de especial protección, es decir, los que cuentan con la protección más alta se incluyen aquellos que tienen “valores esenciales” de tipo arquitectónico o artístico. Se trata de los siguientes elementos:

- Las tres esculturas de hierro de Eduardo Chillida; se incluyen sus bases rocosas.

- La arquitectura original de la plaza, a excepción de los elementos listados en el apartado “carentes de protección”.

- La ladera natural de Igeldo.

- Los bajos rocosos no sumergidos permanentemente.


Asimismo, el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, tras un proceso de participación ciudadana (2018), solicitó a Isuuru arquitectos SLP (2019) que estudiase el paseo de Eduardo Chillida, y realizase un estudio de alternativas que solucione los problemas detectados por los ciudadanos proponiendo la peatonalización de este popular espacio urbano para consolidar su uso y disfrute público.

Alteraciones reversibles


Entre las alteraciones reversibles para la recuperación o restauración de la rasa intermareal o flysch a su estado natural destacan:

- El dique semisumergido “El Pasillo”.

- Los escombros de la cárcel de Ondarreta.

- Los daños en el muro del Tenis.

- Los tubos de la captación de agua marina de la piscina del RCTSS.

- El tubo inservible para el abastecimiento de agua potable de la isla de Santa Clara.

- La consolidación de la base del muro del Tenis.

- El marisqueo furtivo.

 

Dique semisumergido “El Pasillo”

El dique semisumergido del Tenis “El Pasillo” fue construido en 1916 por el Ayuntamiento de San Sebastián, en un intento de cerrar la bocana occidental de la bahía de La Concha, entre el monte Igeldo y la isla de Santa Clara, y convertir en puerto la totalidad de la Bahía (DUA, signatura: H-02185-14), aunque como pretexto su promotor argumentaba que también beneficiaría la sedimentación de la arena en las playas. El objetivo se abandonó por su alto coste, problemas técnicos, carecer de la pertinentes autorizaciones ministeriales y sobre todo por el rechazo popular de la obra a la que se opuso incluso la Reina María Cristina (Figura 3). Si este proyecto se hubiese materializado, existía incluso un proyecto para proseguir con la ocupación y urbanizar de inmediato toda la plataforma de abrasión litoral (DUA, signatura: H-01998-03).

 

Figura 3. Situación de “El Pasillo” tras la paralización de la obra (08-01-1917).


La estructura tiene una longitud de 108 m y se eleva 1 m sobre la rasa intermareal de Ondarreta. El dique tiene una sección trapezoidal con 3 m en la base y 2,5 m en la cúspide, y atraviesa de oeste a este los estratos con mayor valor geológico de la plataforma de abrasión marina o litoral de este enclave (Figura 4).

 

 

Figura 4. Espigón entre el Tenis y la Isla de Santa Clara (14-05-2018).


En este sentido, también hubo intentos previos de cierre con escollera (1821) y posteriores que nunca llegaron a materializarse, como el proyecto del CEDEX (1950), y el más reciente también promovido por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) para el Ministerio de Medio Ambiente (2013).

La propuesta de elevación del espigón (INTECSA-INARSA, 2013) se basa en un proyecto anterior redactado por Ramón Iribarren Cavanilles del CEDEX, titulado "Proyecto de ampliación y mejora de las playas de la Concha de San Sebastián" de 1950 (Figura 5).


Figura 5. Proyecto de mejora de las playas de la Concha de San Sebastián (1950).


La preocupación por la falta de espacio en las playas llevó a estudiar el problema. La solución que veía Iribarren, una figura de prestigio mundial en la técnica de puertos y playas, consistía en unir Ondarreta con la isla de Santa Clara por medio de una pequeña escollera asentada sobre la que en el siglo XIX comenzó a hacerse en esta zona. La idea del fallecido ingeniero, apenas esbozada, levantó airadas protestas, y el problema, que no era tan acuciante en aquel entonces, quedo relegado. Hoy día las soluciones de ganar playas en las bahías cerrando alguno de sus lados están técnicamente descartadas por razones de salubridad (ABC, 16-08-1969).

En 2012, el CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas) retomó la hipótesis de falta de arena y se llevó a cabo un estudio del comportamiento y mejora de la playa de Ondarreta (San Sebastián), en el que se analizaba la problemática de la playa de Ondarreta, que venía siendo documentada por las campañas batimétricas del CEDEX, que abarcaban toda la ensenada de La Concha.

Se consideraba que la problemática de las piedras de Ondarreta estaba ligada a la pérdida de material sedimentario, y las medidas que se proponían eran de estabilización del arenal.

En este contexto, las actuaciones principales que planteaba el proyecto (INTECSA-INARSA, 2013) eran las siguientes (Figura 6):

- Dificultar la creación de la onda corredera que se produce en el lado oeste de la playa de Ondarreta, por medio de la creación de un refuerzo longitudinal de escollera.
- Reparar el espigón que se dirige hacia la Isla de Santa Clara
- Redistribuir la arena existente en la playa, reperfilando la misma.


Figura 6. Proyecto de mejora para la estabilidad de la playa de Ondarreta (Diario Vasco, 05-09-2015).


Una vez más, el rechazo social y político donostiarra desestimó el proyecto reiterativo de alteración del litoral, promovido desde el Ministerio de Medio Ambiente.
El actual dique o rompeolas “El Pasillo” parte por el medio los estratos naturales de la plataforma de abrasión y altera la dinámica natural del litoral. La ola u onda corredera del Tenis se forma en la misma punta del Peine del Viento y se desliza hacia la orilla apoyada sobre el muro de costa.
El rompeolas retiene la energía cinética, eleva la masa de agua y la transforma en una ola recargada con energía potencial gravitatoria, más peligrosa, y que además retrasa su rompiente en unos 50 m, acercando su peligro a la Rampa del Tenis contra la que impacta con más virulencia, generando incluso su derrumbe (2009).
Los brotes de contaminación del verano podrían tener su origen más probable en los vertidos ilegales de los tanques de aguas residuales de algún barco concreto fondeado en la Bahía (o puerto donostiarra), y las corrientes litorales concentran la polución en la zona del Tenis, donde el agua insalubre se encuentra más estancada al abrigo del dique que impide la entrada de las corrientes marinas que la sanean.
Asimismo, con la eliminación de esta estructura en ruinas, la entrada natural de las corrientes cubriría con más arena los cascotes de la zona intermareal de la playa, tal y como sucede en los inviernos más enérgicos. Por contra, es conocido que la mar en calma provoca que afloren las piedras antrópicas molestas como sucede en verano.

Escombros de la cárcel de Ondarreta

Para la construcción de la cárcel de Ondarreta (1888-1890) se recurrió en su mayoría a las canteras cercanas al extremo occidental situadas en las laderas del monte Igeldo, en concreto areniscas supraurgonianas o areniscas silíceas estratificadas (bloques de sillería de la cárcel) y alternancia de lutitas y calizas arenosas para los muros de los sótanos (Figuras 7 y 8).

 

Figura 7. Detalle de las estructuras de la antigua cárcel y de los cascotes que retenía, 11-05-2003
(Autor: Francisco Etxeberria Gabilondo).

Figura 8. Detalle de las estructuras de la antigua cárcel y de los cascotes que retenía, 11-05-2003
(Autor: Francisco Etxeberria Gabilondo).


En 1948 tras concurso se adjudicó la obra de demolición al contratista D. José María Antonio Grajirena (DUA, signatura: H-03285-03). En el pliego de condiciones para el derribo de la cárcel de Ondarreta (Alday, 1947), en el artículo 2º figuraba que los escombros procedentes de ese derribo, se transportarían por cuenta del contratista a los lugares situados dentro del Ensanche de Ibaeta que indicase la Sección de Obras Municipales. Pero en realidad la ejecución del derribo fue distinta a lo estipulado en el pliego de condiciones, porque el extremo sudoccidental de la rasa intermareal mareal o flysch de Ondarreta sufrió un vertido de escombros en 1949 con la retirada de la cárcel. Las piedras de sillería de arenisca del presidio se reutilizaron en nuevas edificaciones (Seminario Diocesano), pero las piedras planas del antiguo muro de costa no se retiraron, tras la demolición gran parte directamente se vertieron, dispersaron y mezclaron con las rocas naturales de la orilla occidental (Figuras 9, 10.1 y 10.2). Asimismo, para la demolición del edificio de la cárcel en 1948-1949 se emplearon explosivos, tal y como consta en el pliego de condiciones para el derribo de la cárcel. Las cientos de personas del público que asistía a las voladuras se apostaba cerca del Túnel del Antiguo porque los cascotes salían proyectados desde la cárcel hacia la playa y la rasa intermareal o flysch de Ondarreta, según cuentan los vecinos de mayor edad de la zona.


Figura 9. Playa y rasa intermareal de Ondarreta en 1925,
En rojo el muro de costa que sustentaba el relleno sobre el que se asentaba la cárcel.
Editor: Barcelona: L. Roisin, fot. Fuente: Biblioteca de Koldo Mitxelena Kulturunea, DFG.

Figura 10.1. Playa y rasa intermareal de Ondarreta en 1955.
En rojo el vertido de escombros proveniente de la demolición del muro de costa de la cárcel.
Fotógrafo: Paco Marín. Archivo: Kutxa Fototeka

Figura 10.2. Zona afectada por el vertido de escombros de la cárcel.

Este vertido de escombros, ya fue detectado por Uriarte et al. (2004):
“Asimismo, grandes cantidades de piedras de tamaños y origen muy diverso (antiguas canalizaciones de la regata Compuerta, piedras de cantera y de viejas construcciones) aparecen distribuidas en la parte occidental de la playa”, (Figura 11).

Figura 11. Piedras presentes en el lado oeste de la playa de Ondarreta (AZTI, 2004):
(a) debajo de una capa de arena en la línea de media marea
(b) en superficie y en sub-superficie en las proximidades de la línea de bajamar.

La práctica de dispersar los escombros por los terrenos adyacentes es muy común incluso hoy en día, porque abarata costes de transporte y vertedero.
Las intensas labores de retirada mecánica de cascotes en el período 2017-2020, han conseguido eliminar más del 90% de los escombros de la cárcel vertidos en esta zona de Ondarreta.

Daños en el muro del Tenis

El muro del Tenis de Ondarreta (1925) está montado sobre el colector “La Alcantarilla” de 1915. Al ser una infraestructura de hormigón armado antiguo, son varias las grietas que presenta. En consecuencia, el muro de costa no está sellado y en cada pleamar el agua marina se filtra entre las juntas de las paredes, alcanzando la cavidad del antiguo colector. Con la bajamar se revierte el proceso con la presión de la columna, el agua del interior del colector siempre busca una salida, y el agua marina de nuevo atraviesa a la inversa el muro de costa, erosionando las juntas y debilitando su estructura.

El sustrato en el que se cimientan tanto el muro como el antiguo colector es de arena litoral, lo que genera gran inestabilidad e impide su asentamiento. Se ha comprobado que en varias ocasiones el agua se ha filtrado por debajo de la zapata a pie de muro, arrastrando la arena de apoyo y descalzando la base que queda suspendida en el aire, hasta que al final por las tensiones de la fuerza de la gravedad los materiales de construcción ceden y se produce el derrumbe de parte del muro que sustenta (Figuras 12, 13, 14 y 15).


Figura 12. Técnicos municipales inspeccionando los destrozos del muro del Tenis (24-10-2013).


Figura 13. El desperfecto del muro de costa convertido en gran socavón (02-11-2013).

 

Figura 14.1. Apertura en el muro de costa afectando a la pared externa del colector (30-01-2018).

 

Figura 14.2. El agua escapa de la cavidad del colector en las bajamares (30-01-2018).


Figura 15.1. Grieta en el muro de costa (05-09-2023).

Figura 15.2. Detalle de la base desplazada en el muro de costa (05-09-2023).

Figura 15.3. Detalle de la zapata descalzada por falta de arena (05-09-2023).


Figura 15.4. Construcción del tacón de protección de la zapata de cimentación a pie de muro.

A finales de septiembre de 2023, cuando las siguientes mareas vivas lo permitieron, se reparó la brecha abierta en el muro y se reforzaron las zapatas de cimentación, mediante la construcción de un tacón en la base del muro de 60 metros de longitud, con un metro de anchura y 1,5 metros de altura. Se utilizaron 90 m³ de hormigón armado marino, con cemento sulforresistente y con mortero reforzado con fibras de polipropileno.

Los escombros del muro dañado se mezclan con las rocas naturales, con lo que su identificación posterior se complica con el paso del tiempo, y la retirada selectiva de cascotes tiene que realizarse de manera manual. Los arreglos del muro de costa se deberían reparar siempre con urgencia, para que la avería no aumente con el oleaje, las corrientes y las mareas, y la retirada de cascotes debería ser inmediata para que no se dispersen por el entorno.

En verano de 2024 la cota de arena descendió de media unos 50-60 cm más respecto al verano de 2023, lo que provocó un nuevo descalce del muro de costa del Tenis, incluido el zócalo de protección montado en la base del muro en 2023, que quedó peligrosamente suspendido en el aire en un tramo de 40 m de longitud, y en algún punto la separación del zócalo y la base del muro de costa con los estratos de roca caliza que descienden desde Igeldo alcanzaron los 60-65 cm.

Por fortuna, el colector interior construido en 1915 está bien apoyado sobre los estratos, no está en el aire, pero está hueco y muy deteriorado, soportando todo el muro de costa (1925) que fue montado apoyado sobre este colector.

Aunque de momento no se observan grietas (22-09-2024), este tramo del muro de costa necesita una actualización en su base, quizá sería necesario montar un encofrado con tablones y listones de madera, e inyectar hormigón a presión en la base del muro y del zócalo para cerrar el hueco, y para evitar así el peligro de colapso inminente de la infraestructura.


Figura  15.5. Descalce del muro de costa y el zócalo montado en 2023 (05-09-2024).

Figura  15.6. Descalce del muro de costa del Tenis en un tramo de 40 m (05-09-2024).

Figura  15.7. El colector está apoyado sobre los estratos que descienden de Igeldo (05-09-2024).


Tubos de la captación de agua marina de la piscina del RCTSS

En parte de los terrenos que ocupaba la antigua cárcel de Ondarreta, el arquitecto José Antonio Domínguez Salazar diseñó para el Real Club de Tenis de San Sebastián (RCTSS) unas instalaciones deportivas en 1954 (Figuras 16.1 y 16.2), en las que se incluía una piscina descubierta de agua marina, un pabellón de vestuarios y un bar (DUA, signatura: H-03387-08).


Figura 16.1. Construcción de la piscina de agua marina del RCTSS (12-07-1954).


Figura 16.2. Piscina del RCTSS en pleno apogeo (1955).


Figura 16.3. El trampolín de la piscina tenía 3 m de altura (1955).


Figura 16.4. Vista aérea de la piscina del RCTSS.


Las toma de agua marina se realizaba mediante un emisario compuesto por un tubo de hierro fundido de 50 cm de diámetro, que partía desde la base del muro del Tenis, y en perpendicular a éste y anclado a los estratos rocosos, se adentraba unos 10 m en la rasa intermareal.

Las estructuras obsoletas fueron sustituidas en 1982 por otras instalaciones deportivas con una piscina cubierta climatizada, correspondiente a las actuales instalaciones de Hydra, pero el tubo del emisario de la toma de agua marina se abandonó sin proceder a su retirada.

El oleaje y las corrientes litorales han partido el antiguo emisario, y cinco fragmentos de entre 0,5 y 3 metros de longitud se han esparcido por la zona (Figura 17).


Figura 17. Fragmento del antiguo emisario de la piscina de agua marina (01-09-2019).

 

Tubo inservible para el abastecimiento de agua potable de la isla de Santa Clara

Los servicios de la isla de Santa Clara requieren diversos suministros de abastecimiento y saneamiento para su uso público.

En la actualidad, las instalaciones esenciales están soterradas mediante una técnica de Perforación Horizontal Dirigida que atraviesa el subsuelo marino, conectando los suministros entre el paseo de Eduardo Chillida y el islote, pero hasta hace dos décadas el abastecimiento se realizaba con tubos en superficie lanzados por el fondo marino. Este tipo de montajes perduraban poco tiempo en la zona litoral, porque con el oleaje y las corrientes marinas, siempre se desplazaban e inutilizaban.

Uno de los antiguos tubos de PVC de 2 pulgadas de diámetro para la acometida de agua potable, recubierto por tubos de hormigón como refuerzo y unido a pesados bloques de hormigón para su fondeo, que conectaba la Isla con la playa de Ondarreta, se encuentra fragmentado y abandonado cerca del borde oriental del flysch de Arroka (Figura 18).


Figura 18. Tubo de PVC recubierto que se retuerce y eleva del fondo.


La toma de agua inicialmente partía desde la acera del paseo Eduardo Chillida, atravesaba el pretil por su base y descendía insertado en el propio muro de costa hasta la playa. La instalación la realizó en 1974 el taller de linternería de Tomás Eguibar (DUA, signatura: A-04800-11). El arenal lo atravesaba primero dirección a Loretopea, y luego giraba en sentido hacia la orilla, para dirigirse sumergido hacia el extremo occidental de la isla de Santa Clara.


Figura 12. Muro de costa roto (24-10-2013).

Figura 19. Detalle del muro atravesado por el tubo de PVC.


Estos bloques soterrados en vertical bajo la arena, a modo de cuentas de un collar y a unos 5 m de distancia entre cada sillar, son piezas de hormigón armado con unas dimensiones de unos 40x40x20 cm, con un orificio de 8 cm recubierto en su interior por un tubo de PVC gris. Estando alineados de esa manera, el tubo de la toma de agua de dos pulgadas de diámetro los atravesaba (sin revestimiento), quedando de este modo temporalmente lastrado al oleaje, las corrientes marinas y la dinámica de la arena litoral.


Figura 20.1. Bloque alineados en el trayecto de la toma de agua (24-10-2013).


Figura 20.2. Bloque alineados atravesando el arenal el 10-09-2023 (A.M./D.V.).


Figura 20.3.  Detalle de la distancia y características de las piezas (A.M./D.V.).


Figura 20.4. Características detalladas de las piezas (A.M./D.V.).


Figura 20.5. Tres bloques alineados, el intermedio conserva el tubo de PVC de la antigua toma de agua (20-09-2023).


Foto 20.6. Dos bloques aflorando, con el tubo de PVC insertado (04-08-2024).

Foto 20.7. Bloques de hormigón como lastre aflorando (04-08-2024).


Consolidación de la base del muro del Tenis

En las décadas de los años 70 y 80 del siglo pasado, proliferaron algunos mariscadores desaprensivos que no respetaban las reglas mínimas de convivencia en el ecosistema litoral, y que en varias ocasiones se enfrentaron a los mariscadores tradicionales y sostenibles que se esmeraban en conservar el medio marino en su integridad.

Los mariscadores conocían la existencia del molusco bivalvo Lithophaga lithophaga, conocido vulgarmente como "dátil de mar", que pertenece a la misma familia que el mejillón (Mytilidae).

Se distribuye por el Mediterráneo y por el Atlántico oriental templado. Su forma y tamaño lo asemejan a un dátil, de ahí su nombre vulgar.
Dicha especie presenta la peculiaridad de vivir en agujeros de las rocas, que ella misma perfora, y ha sido muy apreciada para el consumo humano desde la antigüedad.

La explotación de esta especie en algunas zonas del litoral mediterráneo, para cuya captura se requiere la destrucción de las rocas en las que vive, ha ocasionado importantes daños ecológicos locales (https://www.miteco.gob.es), sobre todo en algunos tramos del litoral italiano y de la antigua Yugoslavia. Esto ha determinado que fuera propuesta en diversos foros internacionales como especie a proteger y, posteriormente, como consecuencia de ello, fue incluida en el anexo IV de la Directiva Hábitats (especies animales y vegetales de interés comunitario que requieren una protección estricta), en el anexo II del Convenio de Berna (especies de fauna estrictamente protegidas) y en el Anexo II del Convenio de Barcelona (lista de especies en peligro o amenazadas).

A los mariscadores, tanto a los tradicionales como a los que que despreciaban sostenibilidad del ecosistema, también les eran de interés otras especies con valor culinario y hábitos más visibles como pulpos, nécoras, centollos, erizos de mar...

Esos mismos recolectores nocivos de marisco, centrados su propio lucro y en el acopio inmediato de crustáceos, se dedicaron a marisquear de noche con potentes focos de luz, voltear con palancas las grandes rocas sueltas arrancadas de manera natural por el mar de los estratos de la rasa intermareal, y a deteriorar mediante picos, martillos y cinceles la cimentación de la base del muro de costa del Tenis, para extraer los ocultos dátiles de mar.

Las zapatas de cimentación de la base del muro de costa del Tenis están compuestas por argamasa o mortero de cal hidráulica, que es un término general para una variedad de cal distinta del óxido de calcio (cal viva), que fragua por hidratación y está compuesta de silicato de calcio y aluminato de calcio, compuestos que endurecen en contacto con el agua. La cal hidráulica proporciona una fraguado inicial más rápido y una mayor resistencia a la comprensión que la cal aérea, y fragua en condiciones más extremas, incluso bajo el agua. El calcio reacciona en el horno de cal con los minerales arcillosos, para producir silicatos que permiten que parte de la cal fragüe por hidratación.

El deterioro de la cimentación de la base del muro litoral propició la necesidad de un aporte de una amalgama de mortero con hormigón armado marino para su consolidación, y para evitar así el probable colapso futuro de la infraestructura.

En 1986, el Ayuntamiento contrató las obras de relleno de un tramo de la regata de Los Juncales (2° fase), zona del paseo del Tenis, adjudicada a excavaciones y transportes ORSA S.L. (https://www.donostia.eus).

El reforzamiento se realizó mediante el aporte de una capa gruesa de hormigón armado marino en la base del muro del Tenis, vertida directamente sobre la superficie rocosa litoral en un tramo de unos 100 m de longitud (con 30-60 cm de espesor y 1-2 m de anchura), y sin realizar un encofrado previo (amorfa o sin moldeado), para intentar paliar los continuos descalces que por colapso hacían peligrar la integridad de la infraestructura. 


Foto 21.1. Refuerzo de la base del muro del Tenis de 1986 (03-03-2025).

Durante la primera semana del mes de marzo de 2025, y aprovechando las mareal vivas con coeficientes elevados que en bajamares diurnas alcanzaban hasta 0,31 m, el Departamento de Mantenimiento y Servicios Urbanos ha solapado, sobre la zapata de reforzamiento de 1986, una nueva estructura de hormigón hidráulico (10 m de longitud, 2 m de anchura y 1 m de espesor) conectado al zócalo montado en 2023, para paliar las continuas filtraciones de agua marina a pie del muro del Tenis que provocan su descalce y el colapso de la infraestructura.

Foto 21.2 Montaje del encofrado al pie de muro (03-03-2025).

Foto 21.3 Panorámica de impacto visual de la nueva estructura (19-03.2025).

Foto 21.4 Comparativa panorámica del antiguo (1986) y del nuevo reforzamiento (29-04-2025).

Foto 21.5 La nueva estructura sobresale respecto a las anteriores (29-04-2025).

Foto 21.6 La nueva estructura se ha convertido en plurifuncional (29-04-2025).

Foto 21.7 La nueva estructura sobresale en un metro respecto al zócalo de 2023 (29-04-2025).


Marisqueo furtivo

El marisqueo sostenible estrictamente regulado (Decreto 198/2000), y limitado tanto en especies, como en vedas, tallas mínimas, cupos de capturas, técnicas de pesca, horarios, ciclos de marea o épocas del año, podría ser compatible con la conservación del medio y la protección de la biodiversidad de un entorno natural. En todo caso, el marisqueo nocturno empleando luces artificiales cegadoras, que impiden la posibilidad de huida de las especies marinas, debería estar siempre prohibido. Con el paseo de Eduardo Chillida como atalaya, y la visibilidad desde cualquier punto de la Bahía, el control del marisqueo furtivo sería sencillo.

El Gobierno Vasco ha regulado actividades como la pesca y el marisqueo en hábitats protegidos del litoral vasco similares al flysch de Arroka. Las restricciones en los biotopos y espacios naturales pretenden conservar los valores que han recomendado la protección de esos enclaves singulares, priorizando siempre la conservación frente a la explotación de recursos.

En la Comunidad Autónoma del País Vasco existen dos zonas (biotopos y zonas de especial protección) en las que no está permitido ejercer la pesca marítima:

En el Biotopo Protegido de San Juan de Gaztelugatxe, excepto la pesca con caña desde tierra, queda prohibida la extracción de cualquier otro recurso marino, incluidas las algas, salvo las que el mar arroje a la costa.

No obstante, puede autorizarse con carácter excepcional la extracción de recursos marinos vivos con finalidades científicas, si se controlan las especies a extraer, la biomasa total afectada y los sistemas de extracción.

Decreto 229/1998, de 15 e septiembre, por el que se declara Biotopo protegido el área de Gaztelugatxe. (BOPV nº 188, de 2 de octubre de 1998)

En la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, el área delimitada por la divisoria de aguas que vierten sobre el litoral comprendido entre el cabo de Matxitxako y la punta de Arboliz, abarcando la desembocadura de Urdaibai.

En el conjunto de las áreas de la ría y del litoral se permiten el marisqueo y pesca regulados por la legislación vigente.

Decreto 242/1993, de 3 de agosto, por el que se aprueba el Plan Rector de Uso y Gestión de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. (BOPV nº 235, de 7 de diciembre de 1993)

Decreto 27/2003, de 11 de febrero, de modificación del Plan Rector de Uso y Gestión de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. (BOPV nº 046, de 5 de marzo de 2003)

Por el contrario, en el Geoparkea de la costa occidental guipuzcoana, el pulpo del flysch es protagonista de la rasa mareal y la gastronomía local de Zumaia, en definitiva molusco con valor culinario convertido en emblema de este fascinante entorno natural.


Figura 22. Niñas jugando en las rocas de Arroka, al fondo la cárcel de Ondarreta (1914).
Foto original: Aurelio de Colmenares y Orgaz.


  Propuesta de protección, conservación y recuperación natural de la rasa intermareal de Arroka en Ondarreta Autor: Jon Etxezarreta Iturri...